sábado, 18 de junio de 2011

Los vegetales tocan a tu puerta.








Por: Círculo de Interés del
Eco-Restaurante “El Romero”.


Tendríamos seis o siete años cuando inauguraron el Eco-Restaurante. En el pueblo llamaba la atención porque allí sólo se utilizaban vegetales para cocinar. De eso se hablaba en todas partes pero, a nosotros lo que
más nos atraía eran los olores y el colorido de los manteles y de sus platos.

Mientras crecimos, fuimos varias veces a comer con nuestros padres y amigos. Se nos hicieron familiares los sabores, las texturas, los ingredientes, y todos sus platos. Por eso, para la graduación del año pasado embullamos a los que no viven en el pueblo. Así  conocerían de nuestras experiencias y de un almuerzo muy rico. *

Ese día nos atendieron como a Reyes. Aprendimos muchas cosas que no olvidaremos. Claro que, cuando terminamos, queríamos más; un curso, un entrenamiento pero, sobre todo: Poder regresar. Sabíamos que en La Escuela se organizaba cada año un Círculo de Interés: Tendríamos que intentarlo.

Con el nuevo curso llegó la matrícula. Catorce de los más entusiastas aceptamos. Seis se especializarían en la huerta, dos trabajarían en la cocina, dos atendiendo las mesas, uno en la cantina, habría un sanitario, otro trabajaría como auxiliar y, el más organizado, sería el jefe del grupo. Así seríamos como un relevo.

Todo fue rápido. Al siguiente día empezamos. Cada uno aprendía la faena de su puesto de trabajo. Cada tarde, a partir de las seis, rotábamos: uno cada día y, en miércoles alternos, a las 2:00 p.m. asistíamos todos a la clase teórica y a las prácticas en el huerto.

Aprendíamos rápido. Ayudábamos con responsabilidad. En noviembre, antes de irnos a la “Escuela al Campo”, no había transcurrido un mes, se nos pidió preparar un almuerzo para los agricultores del pueblo. Sería el 10 de diciembre: el día de Terra Madre. En efecto, hicimos y servimos un menú completo: aperitivos, jugos, panes, botanas, sopas, el plato principal, postre y café. Claro que nos ayudaron los profesionales, pero la comida quedó buenísima. Hasta la ingeniera de las trencitas nos felicitó.

Ese día tuvimos mucha suerte. Coincidió con la visita de un equipo del Noticiero. Lo filmaron todo. Nos hicieron entrevistas y muchas preguntas. Esa tarde participamos también en el concurso de platos y en la fiesta organizada para la comunidad. Las grandes sorpresas fueron: que nos llevamos algunos premios, y que, el día de fin de año, nos vimos todos en la tele con nuestros gorros de papel. ¡Eso fue tremendo!

En El Círculo hemos participado en: el diseño de su organización, la conferencia sobre cocina ecológica, La siembra de la Chaya y su historia, el coloquio de ¿Los cómo y los porqué?, el seminario de cocina italiana -donde aprendimos como hacer la pasta fresca; a la manera de la abuela italiana del Chef Marco Ceccarello; con él nos comprometimos a enseñársela a nuestros nietos-. También Madeleine -la alemana- nos habló sobre el amaranto, y lo sembramos para preparar Alegría y Palomitas. Hemos visto películas interesantes y hace unos días organizamos el banquete de graduación para los mejores expedientes de nuestra escuela.

Siempre hay nuevos temas con el  Profesor, pero hoy nos ha pedido las  ideas para redactar este reporte que se publicará en El Terrajero –el boletín que circula mensualmente en la comunidad-. Nunca habíamos realizado un taller para comunicar nuestro trabajo y nuestros pensamientos. Entonces, si nos leen, esperamos sus comentarios.

El curso continúa. Para el próximo encuentro debemos arreglar algunas notas que sirvan para mejorar el trabajo del Eco-Restaurante. Esa es la tarea. Así es como nos preparamos. Sabemos que al Profesor no le gusta hablar por gusto y, la verdad es que, para que un restaurante funciones bien, es necesario trabajar con mucha disciplina. ¡Todo tiene que estar perfecto!

Estamos contentos. Aprendemos a reconocer muchas plantas, a sembrarlas, a cuidarlas, a quererlas. Conocemos lo importante que son para la nutrición y para la preservación de la salud. Sabemos además que podemos vivir con excelente calidad sin tener que sacrificar, ni causar sufrimientos a los animales. De eso puede estar dependiendo el equilibrio del mundo futuro. Ese ha sido el mensaje principal del curso. Lo hemos entendido y lo vamos a multiplicar: ¡Habrá que ver!

Ahora nos pueden reconocer. Llevamos gorros con los colores de la bandera y camisetas verdes que nos trajo Daniela desde Italia a nombre de “Slow Food” –fundación que promueve el desarrollo de la gastronomía responsable y que nos ayuda a difundir nuestras ideas y nuestro trabajo-.

Antes de terminar, comentarles que próximamente se nos anunciará el plan para el fin de curso. Le oímos decir al Profesor que organizaríamos un “Restaurante Infantil”. Será una sorpresa.

Les prometemos informar sobre este nuevo episodio.

Alumnos:
Laura Hernández, Yandy Alfonso, Adriano Menéndez, Alexander Mesa, Liuba Hernández, Magdiel Peña, Alain Mustelier, Rodolfo Solís, Yusnavi Bello, Leudan Álvarez, Lázaro Daniel Torres, Claudia Morales, Elisa Celina Almeida, y Freddy E. Rivero.

Profesores e Instructores:
José Miguel Guzmán, Julio Durien, Yusleyvi Hernández, Omar González, Oscar Crespillo, Yesenia Linares, Yolanda Pérez, Misleidys Romero, Rodney Rosquet, Carlos Zafra, y José Miguel Graverán (Pepe).

Profesor guía:
Ing. Tito Núñez Gudás.

* En siete años fue la primera vez que el Eco-Restaurante recibió una señal tan clara: Un grado completo de los alumnos de la escuela vendría espontáneamente a celebrar sus éxitos. Era un honor. Sentimos que ese día concluía el primer ciclo de vida para la misión del Eco-Restaurante “El Romero”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario