sábado, 30 de noviembre de 2013

Día de Terra Madre

El día 10 de diciembre se celebrará en todo el mundo el día de la TERRA MADRE. En Las Terrazas habrá siembra de árboles frutales en la mañana. “El Romero” ofrecerá un almuerzo a los que cultivan la Tierra. Será confeccionado por los alumnos del su Circulo de Interés. En la tarde, a las 6.30 será:

“La Competencia Culinaria”. Todos los que deseen participar deberán inscribirse hoy mismo y antes del 9 de diciembre en el Eco- Restaurante “El Romero” proponiendo:

- El nombre de los platos que presentarán.
- El nombre de la persona que lo confeccionará.
- Y una breve descripción de la preparación del plato.

La receta deberá ser elaborada con, granos, frutas, cereales o cualquier otro tipo de alimento vegetal ocho raciones.

El plato se llevará a “El Romero” ese día a las a la 6:15 pm.

En ese momento se le entregará a cada participante dos ticket para votar por el “Premio de TERRA MADRE” que será para el mejor plato y consistirá en una cena en el Eco-Restaurante “El Romero” para cuatro personas en la fecha que los ganadores lo soliciten.

“El Romero” presentará ese día su Menú de Fiesta.

Y, en la noche, a las 7:30, en la Plaza Roja.

Concierto del Grupo “Alabao”
Con sorpresas culinarias.

Los Esperamos.

viernes, 12 de octubre de 2012


¡Comer y vivir bien!


Un software para facilitar la sustentabilidad, el desarrollo y la soberanía alimentaria.


“Del Huerto a la Cocina” (DHALC) es una herramienta creada para ilustrar, organizar y optimizar las operaciones relacionadas con los procesos de producción y elaboración de los alimentos.

Con esta aplicación usted podrá crear los menús que mejor ajusten a las preferencias de sus comensales, seleccionar sus platos favoritos desde listas filtradas, y especificar el tamaño y la cantidad de raciones a elaborar según precise cada ocasión. A partir de esa información DHALC  ofrecerá los datos necesarios para facilitar el trabajo del Agricultor en su huerto, del Chef en la cocina, así como de otros interesados en el conocimiento de la alimentación sana y las artes culinarias.

Después de cada consulta DHALC entregará: el menú elegido con las cantidades de alimentos a servir, los costos de sus platos, las recetas solicitadas ajustadas al peso de la ración y al número de comensales, la lista de compras de las mercancías con su presupuesto, y la solicitud de cosecha de alimentos frescos -dónde se precise-. Por otra parte, mostrará las bio-propiedades y la evaluación nutricional asociadas al menú, sus platos y sus ingredientes.

Una herramienta de búsquedas facilitará la localización de recetas, imágenes y textos, respondiendo a criterios personales o de grupos de comensales. A través de ella se podrán crear y modificar menús y platos con propósitos variados.

Consultando la opción "Comanda" usted podrá evaluar la cantidad de nutrientes contenidos en los alimentos que elija y sabrá el porciento que ellos representan dentro de la ingesta diaria para: el peso, la talla, la edad, el sexo, y el gasto energético relacionado con la actividad física de cada interesado.

DHALC se enriquece a pedido tanto para hacer consultas como para organizar la marcha en los huertos y cocinas de: hogares, escuelas, comedores, hospitales, restaurantes, hoteles, hostales, guarderías infantiles, paladares, casas de impedidos o de ancianos, entre otros. También se recomienda para la organización de cocteles, fiestas y banquetes, así como para la atención a personas con regímenes de alimentación especiales.

Podrá brindar además: balances nutricionales, programas de siembras, recomendaciones para el mejor aprovechamiento de las bio-propiedades y los nutrientes que atesora en su amplio catálogo de platos, bebidas y alimentos.

DHALC se muestra en un diseño idóneo para funcionar en el entorno WEB, permitiendo que los usuarios consulten, descarguen y actualicen su contenido. Además, podrá ajustarse para ser usado como enciclopedia especializada en temas relacionados con la Eco-Restauración y la Alimentación Sana.

Técnicamente funciona en ordenadores personales y en grupos de redes con múltiples sistemas operativos.
  También, para los que prefieren dejarse guiar por el instinto y los sentidos, DHALC cuenta con una amplia galería de imagenes. A través de ellas podrá localizar los platos favoritos y colocarlos en los menús que proyecte crear.

DHALC es un producto cubano creado bajo la marca "El Romero" por un colectivo de autores integrado por: Tito Armando Núñez Gudás - Idea Original - y su equipo de trabajo integrado por: Miguel Francisco de la Peña Sánchez y Carlos Zafra Martell.

11 de octubre de 2012.

Contactos: Tito A. Núñez Gudás. (tntnecorestauranteelromero@gmail.com)

lunes, 4 de julio de 2011

El Romero: un Eco-Restaurante hecho a mano


En Cuba, cincuenta y dos kilómetros al oeste de La Habana, en medio de un área montañosa, un restaurante muestra a sus clientes novedosas formas de  alimentarse utilizando y combinando gran parte de los frutos y plantas que le ofrecen el trabajo y la naturaleza de la zona.

El  Eco-Restaurante El Romero nació en septiembre del 2003 para la ilustración y el disfrute de los moradores de su pueblo, y de muchos visitantes que hoy llegan de todas partes del mundo a conocerlo.

Su origen se remonta a un fallido intento de cultivo de café realizado por colonos franceses durante el Siglo XIX en la zona más oriental de La Sierra del Rosario, provincia de Artemisa. Estos trabajos dejaron las tierras prácticamente deforestadas, erosionadas, y finalmente abandonadas hasta mediados del Siglo XX. En la década del sesenta de este mismo siglo, y gracias a un plan gubernamental de desarrollo rural, se reforestó el área con más de seis millones de posturas, se fundó una nueva comunidad “Las Terrazas” para los habitantes oriundos de la zona, y posteriormente, se creó el complejo turístico que da sustento económico al nuevo asentamiento humano y social.

Hoy en día aquellas posturas se han convertido en hermosos árboles robustos, y todo ese esfuerzo propició que la UNESCO declarara la zona, desde el año 1985, “Reserva de la Biosfera. En cuanto a la obra edificada,  ya cuenta con algunos premios, y está siendo evaluada bajo distintas categorías del patrimonio nacional. La obra educacional y la instrucción de todos los pobladores y participantes de esta experiencia completan el legado que ha permitido el lanzamiento y la integración del proyecto que se expone.

Génesis
Por tradición los cubanos, y sobre todo los campesinos de monte adentro, prefieren comer lo que se considera la comida típica criolla: carnes fritas o asadas; arroz blanco bien desgranado; potaje de frijoles negros condimentado con: cebolla, ajo, tomate, pimientos, y comino; yucas hervidas, ¾con mojo de: ajo, limón o jugo de naranja agria, y sal, pasados por aceite bien caliente¾, y una ensalada de: lechuga, rodajas de: tomates maduros, y pepinos, ¾aderezada con: aceite, limón o vinagre, y sal¾; como postre, casi obligado: mermelada de guayaba con queso crema, blanco, o amarillo; y, para cerrar: un café muy fuerte, bien negro, endulzado y corto.

 No fueron suficientes varios cursos de conferencias para los alumnos más jóvenes del pueblo, ni varios banquetes de estilo natural organizados en distintas ocasiones para remover las tradiciones culinarias de cientos de personas de la comunidad. Proponer un restaurante diferente, en un ambiente de puro campo, hizo que, en los primeros días, muchos se miraran a los ojos con asombro cuando leían la carta menú. Algunos, hasta molestos, comentaban. “Aquí no hay nada que comer.” “Son cosas raras: nunca habíamos visto nada parecido.”
Esas afirmaciones respondían a ofertas de platos como: el cebiche de loto; las buletas de malanga y chaya; las botanas de garbanzos, berenjena, o girasol; los panecillos integrales perfumados con hierbas de olor; las ensaladas montadas con germinaciones frescas, verduras, encurtidos, frutas, y ralladuras multicolores;  la Chalupa, ¾rellena de puré de boniato cocido en  una horchata dispuesta con: semillas tostadas y molidas de sésamo y maní, leche de coco, crema de arroz, y miel de abejas¾; o el refrescante licuado nombrado Antiestrés,  ¾bebida preparada a partir de las pencas del  nopal, hierba buena, y jugos de naranja y piña¾. Eran,  entre otros, títulos que tocaban áreas poco exploradas del paladar, y que debían ser confrontados con patrones de alimentación bastantes pobres, y muy arraigados por las costumbres de varias generaciones.

En el pueblo, las dudas y la burla pícara surgían espontáneamente cuando se hablaba del Eco-Restaurante. El epíteto, utilizado por casi todos para nombrarlo: “El Vegetariano”, muchas veces dicho con inocencia, y otras, hasta con cierta carga de ironía fundamentalista, parecía no dejar espacio para reconocerlo por su nombre de clase: Eco-Restaurante “El Romero”, ¾Rosmarinus officinalis Lin.¾, que con tanto cuidado se había elegido buscando una imagen que evocara “Naturaleza y Conocimientos” para el nuevo establecimiento de orientación didáctico-ecológica.

El concepto
Concebido como Eco-Restaurante Gourmet, ¾para paladares sutiles¾; como proyecto, El Romero clasifica entre los que se denominan: diseños de profundidad en marcha, ¾o sea,  aquellos que se mejoran y perfeccionan en su dinámica y avance¾.  Presenta una cocina nutritiva, creativa, saludable, y sobre todo, deliciosa, y una amplia gama de platos elaborados bajo recetas propias de su creador.

Atendiendo a su flujo productivo, se ha inscrito bajo la Ley de la Eco-Restauración; ¾definida esta como: la opción gastronómica que propone reponer los nutrimentos que el ser humano necesita tomándolos directamente  de los productos que ofrece La Tierra¾.

Así, El Romero tiene organizado su servicio culinario en completa armonía con el medio ambiente. Su sistema de trabajo comprende desde: la recolección y el cultivo de una gran parte de los ingredientes y materiales que  emplea, ¾tanto en la cocina (especias, hortalizas, frutas, semillas, granos, nueces, flores, raíces, tubérculos, y huevos criollos), como en la realización del servicio (absorbentes, fuentes, platos rústicos, catauros, chalupas, búcaros, cocoteras, cebicheras, transportadores verdes, etcétera)¾, la purificación del agua para beber, ¾utilizando una tinaja hecha de barro, un filtro de piedra natural, y un tinajero construido de madera para mantenerla a la sombra y en un ambiente fresco¾, el empleo de la energía solar, ¾para el secado de algunos de sus ingredientes, la fermentación de licores, el calentamiento del agua corriente, la cocción de varios de sus platos y, en un futuro, será también para la producción de electricidad¾, y el empleo de muchas otras técnicas limpias; hasta el reciclaje de los residuos biodegradables, ¾utilizados indistintamente para producir fertilizantes, o como alimento para: pollos, gallinas ponedoras, y otros animales, que viven libres en sus alrededores, integrados armónicamente al ambiente¾ y los no degradables, ¾que se clasifican y separan según la naturaleza de sus materiales ¾papeles y cartones, metales, vidrio, loza, plásticos, telas¾, para ser reutilizados como materias primas.

De esta forma se establece un sistema productivo no contaminante, de bajo costo de explotación, conectado de manera coherente con los principios dietéticos que propugnan la alimentación sana. O sea: la obtenida a partir de alimentos frescos, ¾silvestres, o cultivados con técnicas orgánicas¾.

Para confeccionar sus platos El Romero cuenta con un huerto orgánico formado por: varios canteros elevados, ¾que mantienen estable la  humedad del suelo¾, una pequeña parcela surcada, ¾donde se realizan  siembras directas sobre la tierra¾, una estructura de troncos rústicos, a modo de caseta, para proteger algunos cultivos durante los meses de sol intenso. Y una jaula, en forma de pirámide, que mantiene protegidas a diferentes  plantas de los animales que viven libres en su entorno.

El jardín aromático atesora una extensa variedad de hierbas condimentosas y sanadoras. Otras variedades de  plantas nativas crecen silvestres en los lagos y montes cercanos y sus productos son colectados bien sea: caminando, pedaleando, o con la ayuda de un mulo generoso.

Una modesta cocina, bien equipada, está abierta, a la vista de todos,  mostrando algunos de sus secretos. Las áreas de servicio cuentan con:  mesas al aire libre, ¾eventualmente¾, a la sombra de un hermoso fausto azul; un pequeño bar, con banquetas altas, al estilo de las cantinas antiguas; un salón con treinta plazas y amplios ventanales, en un ambiente muy agradable; y además, una terraza fresca, con mesas para seis cubiertos, que miran a un paisaje de montañas.

Dispuesto siempre a ofrecer un servicio gastronómico incomparable, su equipo de trabajo: joven, familiar, y conocedor de su profesión, atiende a sus clientes con dedicación y esmero.

La misión 
El Romero propone:

  • evitar el maltrato y el sacrificio de los animales,
  • enriquecer la cultura nutricional de su comunidad y la de sus visitantes,
  • contribuir a mejoramiento de la salud de sus clientes,
  • desarrollar la capacidad de reconocimiento y uso de las plantas alimenticias y condimentosas,
  • estimular las producciones sustentables de cultivos atendidos con técnicas orgánicas,
  • desarrollar el uso de los recursos locales, tanto alimenticios como de otro tipo,
  • promover el avance de las cocinas: natural, ecológica, sensorial, y científica; y,
  • propiciar una atmósfera armónica, limpia y justa, para
  • permitir a todos el disfrute de los manjares que prepara su equipo profesional de cocina.

La calidad
El Romero cuenta con: un libro propio de recetas de cocina, ¾para recordar las proporciones y los “tips” durante la confección de sus platos¾; un manual de identidad, ¾que precisa los detalles del diseño, la ambientación del local, y su sistema de información y comunicaciones¾; y otro de procedimientos, ¾que define las rutinas previstas para la organización del trabajo, así como las buenas prácticas higiénicas, sanitarias, de manipulación, y de conservación de los alimentos, descritas para cada uno de los paso del proceso productivo¾; todos concebidos a partir de: investigaciones, normas,  y búsquedas actualizadas; e inspirados en principios: éticos, científicos, técnicos, culturales, vibracionales, y energéticos.

La calidad nutricional, sanitaria, y culinaria, de sus ofertas ha sido estudiada y avalada por autoridades, instituciones, y personalidades competentes; quienes no dudan en reconocer las ventajas, seguridad y beneficios, que brinda el nuevo tipo de servicio de alimentos Eco-Restaurador tanto para la salud de las personas como para el cuidado del medio ambiente local.

Las ofertas
El menú del Eco-Restaurante abarca una amplia variedad de preparaciones como son:

  • bebidas refrescantes (aguas vivas, licuados, jugos, extractos), cócteles (propios y tradicionales),
  • aperitivos (“Malva”: ¾cebiche de loto, plato de cortesía de la casa¾, panecillos, palitroques, galletitas, botanas, y bastones),
  • entradas (sopas, cremas, potajes),
  • ensaladas y aliños (de frutas, verduras, encurtidas, mixtas), y la famosa “Ensolada”: compuesta por vegetales diversos, ¾después de cocidos en la estufa solar¾,
  • platos a la carta (asados, fritos, guisados, horneados),
  • Los Grandes Platos Principales (“Crepol”, “Jinete”, “Galante”, “Boliche”, “Andante con Brío”, y, “Superromeroxp”),
  • postres (“Nieve”, “Chalupas”, “Naranjitas coquetas”),
  • bebidas de sobremesa (“¡Café colao!”, “ Té perfecto”, “Café a la finas hierbas”), así como otros platillos elaborados por encargo,
  • una variada cava de vinos, y una selección de licores embotellados.

Todos los platos se ofertan en tres tamaños de porciones, ¾grandes, medianas, y pequeñas¾; con precios diferenciados;  atendiendo a estándares probados; y con diseños de presentaciones propios, sencillos y atractivos.

La carta menú, impresa en papel reciclado, y con variadas ofertas, proposiciones, y sugerencias, está disponible hasta el momento en seis idiomas.

Otros servicios profesionales.
Como consecuencia del desarrollo y la especialización de su quehacer, el Eco-Restaurante está preparado para brindar otros servicios como son: asesoría técnica, ¾tanto a estudiantes regulares como a profesionales de la cocina¾, consultoría para proyectos con características similares, adiestramientos en diferentes especialidades culinarias y gastronómicas, clases y conferencias para grupos afines con intereses determinados, proyectos de cartas menú y recetarios de cocina, ¾ecológica, vegetariana, vegana, o natural¾,  organización de cócteles y banquetes tanto dentro como fuera de la instalación¾, un programa de cálculos computarizado para el manejo de la ingeniería de menús en marcha, ¾que permite los cuadres de inventarios, mercancías, y efectivos en pocos minutos, y que genera los informes establecidos para los sistemas de contabilidad vigentes¾, e incluso, el otorgar  la franquicia corporativa para permitir la explotación del sistema productivo en otros ámbitos donde se aprecie y pueda ser ajustado orgánicamente el modelo de restauración que se propone.

Próximos al lustro
El Eco-Restaurante El Romero es ahora orgullo de su pueblo. Su libro de reservaciones se colma de solicitudes con meses de antelación. Los pobladores no vacilan en recomendarlo a forasteros, amigos, y turistas. Estos últimos, con muchos de sus testimonios, han logrado posicionarlo en las guías especializadas que promueven a Cuba como destino de viajes, ¾como es el caso, entre otras, de la prestigiosa Lonely Planet¾, y en las páginas de viajeros, disponibles en Internet, donde, a menudo, muchos de ellos comentan sus experiencias para informar a los futuros visitantes. Ellos se admiran no solo de la exquisitez  de los sabores, sino también de las dimensiones de la cocina, de la elegancia, originalidad, estilo propio, y sencillez del diseño de interiores, así como de la decoración del salón, el colorido de sus manteles y vajillas, y también, del trato, los precios, la calidad, y la belleza de sus platos.

El caracol, ganado por darle vida al concepto Eco-Restaurante, y símbolo del movimiento “Slow Food”, lo es ahora también del reconocimiento internacional alcanzado por la nueva forma de hacer y de pensar. Hoy, sus seguidores, ¾y entre ellos: sus trabajadores, y los clientes asiduos¾, están informados sobre muchos asuntos importantes. Saben: qué son los alimentos chatarra; cuáles son los peligros del uso de conservantes y colorantes artificiales en la alimentación; conocen de los daños que ocasionan el azúcar, las harinas refinadas, la sal, la leche de vaca y todos sus derivados; argumentan sobre las ventajas del arroz integral;  avanzan en la desmitificación de los productos de origen animal como únicas fuentes de proteínas de alta calidad biológica pues, ya han aprendido que los alimentos vegetales, ¾siempre que se ingieran  balanceadamente¾,  también son capaces de aportarlas junto a otros nutrientes como: vitaminas, minerales, enzimas, antioxidantes, numerosos fitocompuestos, y oligoelementos, imprescindibles todos para el buen desarrollo de la salud y de la vida. Dominan que las carnes y sus derivados, ¾a pesar de las virtudes que se les han atribuido por años¾, están acompañadas de hormonas, colesterol, grasas saturadas, adrenalina, e incluso, otros componentes de origen químico y medicamentoso como: sales, antibióticos, y fármacos diversos, nocivos todos para la salud, y que se acumulan en las entrañas de los animales de cría a consecuencia de: las medicaciones  prescritas, del metabolismo propio, las condiciones de vida sedentaria, los procesos de conservación, el pánico al mal trato, y también, ¾como es sabido¾,  frente a la amenaza de la muerte, la cual son capaces de intuir en el camino al sacrificio.

Nuevos roles.
El restaurante contribuye a la difusión de una nueva cultura de salud y vida sana. En su avance: ha incentivado nuevas formas de preparación de platillos con ingredientes poco comunes; ha desarrollado habilidades para la creación de diferentes objetos con materiales naturales que se utilizan durante los rituales del servicio; ha creado nuevas fuentes de empleo especializadas, que cumplen las expectativas previstas para su desarrollo económico; ha despertado el interés por el conocimiento de la botánica; ha creado nuevos ritos como son: el día en que se honra a los trabajadores de la tierra, la jornada en la que los niños cocinan para los más viejos del pueblo, o el momento en que, simplemente, los clientes se dan las manos para dar gracias a la Madre Tierra por los alimentos que les ofrece. También, ha facilitado la creación de un círculo de interés para el entrenamiento de los alumnos más jóvenes de la escuela del pueblo, que va logrando despertar la motivación por una profesión interesante, honorable, y que puede darle sentido y prestigio a sus vidas. Pero, sobre todo, ha logrado la preferencia de los más jóvenes, quienes han aprendido a disfrutar de muchas delicias que antes no se permitían siquiera probar.

Ahora, el entusiasmo por conocer nuevos ingredientes y degustar platillos desconocidos se propaga. Casi siempre los clientes llegan al Eco-Restaurante en grupos de amigos, o en familia. Pero, algo ha cambiado entre los lugareños. Después que prueban, casi siempre se miran a los ojos. Entonces, aparecen diversas señales de aceptación espontánea: guiños, miradas, sonrisas, y una frase muy cubana, que a menudo se oye en las improvisaciones musicales. “¡Pero que bueno está esto!”

Un restaurante hecho a mano
Como es de suponer requiere: atención, cuidado, y primor, ante el diseño y la presentación de cada detalle; pero también una especial disposición para solucionar con ingenio y creatividad cada problema con un mínimo de gastos y un máximo de efectividad.

Ejemplos de esto podrá encontrar en su visita a El Romero. Allí, cada vez que pregunte sobre algo que le llame la atención y quiera conocer, podrá descubrir esa nueva vocación que induce a reciclar, reparar, y resucitar todo lo que puede y debe vivir. También a reinventar antiguas tradiciones, como es el caso de los asientos típicos cubanos: “Los Taburetes”, tradicionalmente vestidos con pieles de chivos, y ahora, por respeto a ellos, se cubren con un tejido de soga de henequén; o el ordenador, ensamblado con piezas en desuso, y acomodado en el viejo cofre de madera de la Abuela Franca; por citar solo un par de ejemplos. Bajo esas ideas ha crecido y se ha desarrollado su equipo de trabajo: creando y cuidando cada uno de los tesoros que posee.

Todos los días, de nueve y treinta de la mañana a nueve y treinta de la noche, El staff del restaurante está dispuesto para ofrecer un servicio agradable

En el camino
El Eco-Restaurante se va perfeccionando. Fundamentales en su desarrollo han sido: los libros de clientes, las opiniones, felicitaciones, consejos, sugerencias, y agradecimientos, en ellos expresados. Tantas firmas y observaciones han ido contribuyendo a elevar la autoestima del colectivo de trabajo a planos importantes, y evidencian la eficacia de la tesis que propone y se expande desde El Romero, y que se sintetizada en su lema:

¡Para que vivan las vacas, los pollos, las langostas, las jutías, los chivos, los peces, (…), y todos nuestros parientes!

Y es que, en un mundo ecológicamente sustentable, por mucho que se traten de explicar y justificar las producciones de alimentos de origen animal, estas nunca podrán cubrir las necesidades de los miles de millones de seres humanos, y no humano, que padecen hambre y mal nutrición sin causar irreversibles daños ecológicos y a la salud del resto de los seres vivos. Tampoco devolverán la existencia, ni la irreparable pérdida genética de tantos millones de animales de sangre caliente, ¾como nosotros¾,  que a diario sufren y son sacrificados en los mataderos de cualquier parte del mundo. Y, mucho menos, de los miles de millones de peces, perseguidos desde satélites, atrapados, asfixiados en redes, y ultimados en poderosos barcos arrastreros, ¾verdaderas maquinarias de extermino para los océanos¾.

Tan irracional como destinar alimentos para producir combustibles, resulta malgastarlos cebando animales que producirán mucho menos cantidad de comida que la consumida por ellos mismos durante sus vidas. El uso de las producciones agrícolas para obtener carnes y bio-combustibles, a la luz de la razón, es un lujo que no toma en cuenta el hambre crónica del planeta, ni el derecho a la vida de los animales, ni tampoco valora las consecuencia que ocasionan: la tala de los bosques, la contaminación de las aguas, la tierra, y el aire, derivadas de la dinámica de esas prácticas productivas. Tampoco repara en las complicaciones para la salud de personas que, muchas veces, y hasta sin saberlo, se ven atrapadas en la madeja de padecimientos y enfermedades que provocan los hábitos de alimentación resultantes de un modelo de consumo, a todas luces insustentable, y que los hace dependientes de la farmacéutica y las rutinas hospitalaria, sin la menor esperanzas de retorno a la vida sana y natural.

Sin dudas, la humanidad está abocada ética y biológicamente, a un cambio de paradigma de su sistema de alimentación para poder seguir disfrutando “La fiesta de la vida”. Está marcado el tiempo ecológico para vivir en paz, salud, y armonía, con el resto de los seres que habitan ¾con iguales derechos, y junto a nosotros¾ este “maravilloso planeta”. Sólo utilizando racionalmente las tierras cultivables, creando, repensando nuevos proyectos, y aguzando la inteligencia, se podrá producir el sustento necesario para todos,  y evitar la catástrofe global que ya se anuncia.

Multimedia interactiva
La multimedia interactiva del Eco-Restaurante El Romero propone una cocina apetitosa, limpia, sana, alegre, nutritiva, saludable y equilibrada, que concibe el desarrollo sustentable con total respeto a la vida de los animales, y en completa armonía con la naturaleza y el medio ambiente.

El romero, planta aromática, sanadora, y mágica, que dio nombre al modelo de restaurante ecológico reseñado, ahora titula también su primera multimedia. Ella contiene: la misión, visión, historia, y objetivos del Eco-Restaurante; más de 1000 recetas de cocina con un motor de búsqueda propio ¾que le ayuda  a encontrar rápidamente los platos que utilizan sus ingredientes preferidos, o los que están disponibles en su cocina, o en el huerto más cercano¾; la carta menú editada en seis idiomas, ¾Alemán, Español, Francés, Inglés, Italiano y Portugués¾; artículos especializados; un glosario de términos culinarios; una galería de imágenes, que muestra el desarrollo y crecimiento del Eco-Restaurante desde sus inicios; su repertorio de  técnicas, sus áreas de trabajo y servicio, y sus platos propios; además: videos relacionados con el Eco-Restaurante, su comunidad, y con la reserva de la biosfera “Sierra del Rosario”.

Les deseamos disfruten visitando estas páginas.

Multimedia El Romero: instalable en cualquier ordenador IBM compatible, con sistema operativo Windows.

A su disposición en CD editados en idiomas Inglés, Alemán y Español,
Para mas detalles, puede revisar su “DEMO” en los salones del Eco-Restaurante El Romero.

Créditos
El Eco-Restaurante El Romero forma parte del Complejo Turístico “Las Terrazas” perteneciente al  Ministerio del Turismo, y está inscrito como miembro de la Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba. Está reconocido también por “Slow Food”, ¾organización eco-gastronómica internacional, con sede en Italia, fundada en 1989 para contrarrestar los Fast Food y la Fast Life, impedir la desaparición de las tradiciones gastronómicas locales, y combatir la falta de interés general por la nutrición, sus orígenes, sus sabores, y las consecuencias de nuestras opciones alimentarias¾.

Ing. Tito Armando Núñez Gudás.
Chef Ejecutivo y Director General del Eco-Restaurante El Romero.
Reservaciones:  reserva@terraz.co.cu
Para más información: tntnecorestauranteelromero.gmail.com


sábado, 2 de julio de 2011

El Romero: Un ristorante fatto a mano


A Cuba, cinquantuno chilometri ad ovest di La Habana, in mezzo ad un’area montana da più di quarant’anni soggetta ad erosione ed oggi totalmente riforestata con più di sei milioni di alberi, un ristorante mostra ai suoi clienti un modo differente di alimentarsi, e più di mille maniere di preparare e combinare i prodotti che offre la natura.

Situato nella “Sierra del Rosario” Riserva della Biosfera, nel centro della comunità “Las Terrazas”, El Romero è nato nel settembre 2003 con l’obiettivo di essere da esempio ed utilizzo reale da parte degli abitanti del suo villaggio, e, successivamente, di molti visitatori che oggi arrivano da ogni parte del mondo per conoscerlo.

I cubani, e principalmente i contadini della zona montana interna, che in grandissima parte preferiscono mangiare carni fritte, riso bianco, yucca con salsa d’aglio e limone, fagioli neri conditi con cipolla, aglio, pomodoro, peperoncino piccante e cumino -soffritti in olio o in burro - e, come dolce, marmellata di guayaba con formaggio giallo, in quei primi giorni, si guardavano negli occhi con stupore quando leggevano la carta del menù. Alcuni, persino infastiditi, commentavano: “Qui non c’è niente da mangiare”, “Sono cose strane: non abbiamo mai visto niente di simile.”

Tali osservazioni erano riferite alla proposta di piatti come: cebiche (marinata aromatica) di loto, le polpette di malanga (tubero) e chaya (simili a spinaci), le botanas (sorta di tortillas) di sesamo o girasole, i panini integrali con erbe aromatiche, le gondole - ripiene di boniatillo (pasta di patate dolci) lavorato con cocco, orzata e arachidi - o le bevande di succo di cactus con menta fresca ed ananas. Erano nomi che toccavano zone poco esplorate del gusto, e che dovevano essere posti a confronto con principi di alimentazione antichi, abbastanza poveri, francamente monotoni e molto radicati per via dell’abitudine attraverso le generazioni.

Non furono sufficienti due cicli di conferenze per più di venti giovani del villaggio né vari banchetti in stile “naturale” per intaccare le tradizioni delle persone della comunità. I dubbi e le prese in giro pungenti erano sempre nell’aria quando si parlava dell’Eco-Ristorante. L’epiteto utilizzato da tutti per chiamarlo era “Il vegetariano”, detto molte volte anche con una certa carica d’ironia fondamentalista, e sembrava non lasciare spazio per fissare il suo nome proprio: Eco-Ristorante El Romero, che con tanta cura era stato pensato.

Il concetto

El Romero, concepito come Eco-ristorante Gourmet -per palati fini-, presenta una cucina nutriente, creativa, salutare e deliziosa ed offre un’ampia gamma di piatti elaborati in base a ricette proprie del suo autore.

Ascrivibile, relativamente al suo flusso produttivo, alla Legge della Eco-Ristorazione - intesa come: l’opzione gastronomica che propone di ricavare i nutrimenti di cui l’essere umano necessita acquisendoli direttamente dai prodotti che offre la terra -, il ristorante organizza il suo servizio culinario in totale armonia con l’ambiente circostante. Il suo sistema di utilizzo della “terra” comprende: dalla raccolta e la coltivazione di una gran parte degli ingredienti e materie che impiega - tanto in cucina (spezie, ortaggi, frutta, semi, grani, noci, fiori, radici, tuberi e uova creole) come nella realizzazione del servizio (tovaglioli, piatti da portata, piatti rustici, catauros, chalupas, bùcaros, cocoteras, cebicheras, carrelli verdi, eccetera) -, la purificazione dell’acqua da bere - utilizzando un filtro in pietra naturale -, l’impiego dell’energia solare per l’essiccazione dei propri ingredienti e la cottura di alcuni piatti, fino al riciclaggio dei residui - utilizzati indistintamente per produrre fertilizzanti o come alimento per le galline ovaiole che vivono libere nei dintorni, così come per altri animali integrati armonicamente nel proprio ambiente -, in modo da stabilire in questo modo un sistema produttivo non contaminante, con bassi costi di gestione e connesso in maniera coerente con i principi dietetici che sostengono una sana alimentazione. Vale a dire: ottenerla a partire da alimenti freschi, selvatici, o coltivati con metodi biologici.

Per realizzare le sue preparazioni il ristorante può contare su: un orto biologico formato da varie aiuole soprelevate; un piccolo appezzamento arato per la semina diretta sulla terra e una casa rustica per le coltivazioni riparate; un giardino aromatico, che racchiude un’estesa varietà di erbe salutari e saporite; una notevole diversità di piante che crescono selvatiche presso i laghi ed i monti circostanti, e che si raccolgono bene sia camminando che in bicicletta o con un mulo da carico; una cucina ben equipaggiata, modesta, calda e molto accogliente; un’area all’aria aperta, una terrazza, e un salone, predisposti per offrire un servizio gastronomico differente, in mezzo ad una comunità ospitale, attiva e cortese; un gruppo di lavoro giovane, familiare, gentile, esperto ed appassionato del proprio lavoro, che serve i propri clienti con semplice dedizione ed accuratezza. Inoltre, può contare su: un proprio libro di ricette di cucina, - che aggiusta nei particolari per realizzare la qualità dei suoi piatti -; un manuale di identità - che precisa i dettagli del progetto e la sua collocazione -; ed un altro dei procedimenti - che definisce tutto ciò che concerne l’organizzazione del lavoro e le buone pratiche igieniche, sanitarie, di manipolazione e di conservazione degli alimenti -; tutti concepiti a partire dalle ricerche attualizzate ed ispirate a principi etici, scientifici, tecnici, culturali, vibrazionali ed energetici.

L’obiettivo

El Romero propone di: evitare il maltrattamento e il sacrificio degli animali, accrescere la capacità di riconoscere ed usare le piante commestibili, stimolare le produzioni sostenibili delle coltivazioni ottenute con metodi biologici, promuovere lo sviluppo della cucine: naturale, ecologica, scientifica e sensoriale; e creare così un’atmosfera armonica, pulita e giusta, che permetta a tutti di usufruire dei cibi che prepara la sua equipe professionale di cucina.

Le offerte

Il menu dell’ Eco-Ristorante El Romero abbraccia un’ampia varietà di preparazioni proprie come: bibite rinfrescanti (aguas vivas -macerati a freddo-, frullati, succhi, estratti e cocktails), aperitivi (Malva - cebiche di loto; è il piatto di cortesia della casa -, panini palitroques, botanas -“tappi”- e bastones –“bastoncini”-), antipasti (zuppe, creme, minestre), insalate e condimenti (di frutta, verdura, elaborate, miste, e la ensolada: servita dopo un’ora di riscaldamento nel forno solare), piatti alla carta (bolliti, fritti, arrostiti, al forno), i grandi piatti principali (Crepol - crespelle di fagioli -, Jinete - pasticcio di ceci e tuberi -, Galante - terrina e lasagna campestre -, Andante con Brio - sformato del sole -, Boliche - yucca e igname ripiene di verdura -, Superromero - melanzane arrostite farcite -), dolci (sorbetti, chalupas, naranjitas deliziose), bevande da fine pasto (Caffé Colao!, Tè perfetto, Caffé alle erbe aromatiche), così come altri piatti elaborati su ordinazione e un’ampia cantina di vini e liquori selezionati.

Come conseguenza dell’ampliamento e della specializzazione della sua attività, l’Eco-Ristorante El Romero ha preparato altri servizi e progetti, come: formazione professionale - tanto per studenti appassionati quanto per professionisti della cucina -, consulenza per altri progetti con caratteristiche simili, esercizio pratico in differenti specialità culinarie e gastronomiche, corsi e conferenze per gruppi affini con interessi specifici, progettazione di carte di menù e ricettari di cucina - ecologica, vegetariana, vegana o naturale -, organizzazione di cocktails e banchetti - tanto internamente quanto esternamente alla struttura -, un programma di calcoli computerizzati per la gestione dell’ingegneria di un menù in corso d’opera e, inclusa, l’assegnazione della franchigia collaborativa per permettere lo sfruttamento del sistema produttivo in altri ambiti che ammettano l’espansione del modello di ristorazione che si propone.

Vicini al lustro

L’ Eco-Ristorante El Romero è l’orgoglio del suo villaggio. Il suo libro delle prenotazioni si riempie di richieste con mesi di anticipo. I locali lo raccomandano agli stranieri e agli amici quando visitano la comunità. Ne ammirano non solo i sapori, ma anche l’eleganza, l’originalità e lo stile unico, il disegno e la decorazione del salone, le dimensioni della cucina, il colore delle tovaglie e delle stoviglie e persino del trattamento, dei prezzi e dei piatti preferiti.

La chiocciola, simbolo del movimento “Slow Food” è un altro importante riconoscimento internazionale ottenuto dalla nuova forma di agire e di pensare. Oggi i suoi soci – e tra di questi, coloro che ci lavorano e i clienti assidui – sono informati di molte questioni fondamentali e sanno cosa siano gli alimenti spazzatura, quali siano i pericoli dell’uso di conservanti e coloranti artificiali nell’alimentazione; conoscono i danni che provocano lo zucchero, le farine raffinate, il sale, il latte di mucca e tutti i suoi derivati; discutono riguardo ai pregi del riso integrale; procedono nella demistificazione degli alimenti d’origine animale come unica fonte di proteine ad alto valore biologico e hanno poi appreso che gli alimenti d’origine vegetale sono altrettanto capaci di somministrarle – sempre che si preparino o si consumino in modo bilanciato assieme ad altri nutrienti come: vitamine, minerali, fitocomposti, ed oligoelementi, ugualmente imprescindibili per un corretto sviluppo della salute e della vita -. Sanno bene che le carni ed i loro derivati – a bilanciare le virtù che sono state loro attribuite per anni -, sono portatrici di ormoni, colesterolo, grassi saturi, adrenalina e, all’interno, altri componenti di origine chimica e medicinale come: sali, antibiotici, farmaci, tutti nocivi per la salute, e che si accumulano nelle interiora degli animali allevati in conseguenza di: infezioni mal curate, metabolismo proprio, condizioni di vita sedentarie, paura per un cattivo trattamento ed inoltre -si sa- di fronte alla minaccia di morte prematura, che riescono a percepire minuti prima nel cammino verso la macellazione.

Il ristorante ha giocato, in aggiunta, altri ruoli. Ha incentivato nuove forme di preparazione di pietanze con ingredienti poco comuni; ha sviluppato abilità nella creazione di oggetti diversi con materiali naturali per venire poi utilizzati nelle attività di servizio; ha creato nuove fonti di impiego specializzato che completano le aspettative previste per il suo sviluppo economico, così come per la diffusione di una nuova cultura di salute e vita sana; ha creato nuovi riti come: il giorno in cui si rende onore ai lavoratori della terra, la giornata in cui i bambini cucinano per i più vecchi del villaggio, o il momento in cui i clienti si danno la mano per ringraziare la madre terra per gli alimenti che essa offre loro. Inoltre ha facilitato la creazione di un circolo di interesse per l’educazione degli alunni più giovani della scuola, riuscendo a risvegliare la motivazione per una professione interessante, rispettata e che possa dare senso e prestigio alle loro vite. Ma, soprattutto, ha ottenuto la preferenza di molti, principalmente dei più giovani, i quali ora assaggiano molte delizie che prima non avrebbero osato provare.

Un ristorante fatto a mano

Come si può supporre, implica attenzione, cura, e disinvoltura di fronte ad ogni dettaglio; ma tuttavia una speciale disposizione per dare soluzione con ingegno e creatività ad ogni problema con il minimo dei danni e con il massimo degli effetti.

Esempio di tutto questo potrà incontrarlo durante la Sua visita a El Romero.  Lì, ovunque si posi la vista e ogni volta che farà domande riguardo a qualcosa che colpisca la Sua attenzione o che vorrà sapere, potrà scoprire questa nuova arte che spinge  a vivere riciclando, avendo cura, riparando e ridando vita a tutto quello che può e deve vivere. Sulla base di questa idea è cresciuto il gruppo di lavoro; ogni giorno è più sensibile, cosciente e riguardoso di tutti i suoi tesori.

Tutti i giorni dalle nove di mattina alle nove di sera tutto è predisposto per offrire un servizio piacevole in compagnia anche di giovani musicisti che affinano ed adattano il loro repertorio per allietare il loro pubblico.

In corso d’opera

L’Eco-Ristorante va perfezionandosi. Fondamentali nel suo accrescimento, sono stati i quaderni dei clienti e le opinioni, i complimenti e gli apprezzamenti in essi annotati. Tante firme ed osservazioni hanno mano a mano contribuito ad elevare l’autostima del gruppo di lavoro a livelli importanti e sottolineano l’efficacia della tesi che propone El Romero, così come la luce che brilla nel suo motto:

Perché vivano le mucche, i polli, le aragoste, le nutria, i capretti, i pesci (…) e tutti i nostri parenti!

Vale a dire che, in un mondo ecologicamente sostenibile, per quanto si cerchi di spiegare e giustificare le produzioni di alimenti di origine animale, queste non potranno mai coprire le necessità dei miliardi di esseri umani che soffrono e soffriranno per fame  e malnutrizione senza causare danni ecologici irreversibili, in poco tempo sottrarranno la vita a tanti milioni di animali a sangue caldo – come noi – che quotidianamente soffrono e sono sacrificati nei macelli di ogni parte del mondo e ai miliardi di pesci ricercati anche coi satelliti, intrappolati, asfissiati nelle reti, e finiti in poderose barche “da strascico”, trasformate oggi in vere e proprie macchine da sterminio degli oceani.

L’umanità si trova costretta eticamente e biologicamente ad un cambio di paradigma della propria alimentazione se realmente desidera vivere in salute ed armonia con il resto degli esseri che abitano questo “meraviglioso pianeta” con uguali diritti ad una vita piena. Basteranno le terre coltivabili per moltiplicare i beni di cui tutti necessitiamo.

Multimedia interattiva

La Multimedia Interattiva propone una cucina appetitosa, pulita, sana, allegra, nutriente, salutare ed equilibrata, che  dimostra la possibilità di uno sviluppo sostenibile con totale rispetto della vita degli animali ed in completa armonia con la natura e in mezzo all’ambiente.

Il rosmarino, pianta aromatica, curativa e magica, che ha dato il nome al modello di ristorante ecologico creato a “Las Terrazas”, ora dà anche il titolo alla sua prima produzione multimediale che contiene: scopi, visione, storia ed obiettivi dell’Eco-Ristorante; più di 1000 ricette di cucina con un motore di ricerca proprio, che La aiuterà a trovare rapidamente piatti nuovi che utilizzano gli ingredienti che preferisce,  di cui dispone nelle sua cucina o nell’orto più vicino; la carta del menù presentata in cinque lingue; articoli di stampa specializzata; un glossario di termini culinari; una galleria di immagini che mostra lo sviluppo e la crescita dell’Eco-Ristorante dai suoi inizi, il suo repertorio di tecniche,  il suo ambiente ed i suoi piatti; in aggiunta: video che riguardano il ristorante, la sua comunità e la riserva della biosfera “Sierra del Rosario”. Desideriamo che ne possa usufruire visitando queste pagine.

Installabile in qualunque computer IBM compatibile, con sistema operativo Windows.

A sua disposizione in CD, a partire da ora, nell’Eco-Ristorante El Romero.

Crediti
L’Eco-Ristorante El Romero fa parte del Complesso Turistico “Las Terrazas” del Ministero del Turismo ed è iscritto come membro della Federazione delle Associazioni Culinarie, tutti appartenenti alla Repubblica di Cuba.
Ed è riconosciuto anche da “Slow Food” – organizzazione internazionale con sede in Italia che informa sui pericoli dei pasti rapidi e degli alimenti spazzatura –.

Ing. Tito Armando Núñez Gudás.
Chef Esecutivo e Direttore Generale dell’Eco-Ristorante El Romero
Prenotazioni:  reserva@terraz.co.cu
Per maggiori informazioni: tntnecorestauranteelromero@gmail.com